22 de novembro de 2008

As eleições na Venezuela

escrito por Alan Woods sábado, 22 de noviembre de 2008  

El domingo 23 de noviembre de 2008 Venezuela se enfrenta a una de las elecciones más decisivas de su historia. Estas elecciones determinarán quién controla los gobiernos y los puestos municipales clave de todo el país. Lo que ocurra el domingo tendrá un impacto profundo en el futuro de la Revolución Bolivariana.

Si el PSUV pierde las elecciones la oposición saldrá fortalecida. Utilizará su control de las regiones clave para intensificar su campaña contra el gobierno central. Podría intentar imitar las tácticas de la burguesía contrarrevolucionaria boliviana, exigiendo "autonomía" para los estados ricos como Zulia (en realidad ya lo está haciendo). En unas condiciones de crisis la victoria de la derecha significará profundos recortes de los niveles de vida.

Si los chavistas ganan, las masas se animarán y la oposición se desmoralizará. La reivindicación de socialismo se intensificará. Habrá un nuevo movimiento a la izquierda. Pero de ninguna manera este proceso está asegurado. El PSUV se enfrenta a su primera gran prueba en 23 estados y en más de 300 municipios. En principio el PSUV ganaría con facilidad. El gobierno Chávez ha llevado a cabo reformas importantes que han beneficiado a millones de venezolanos corrientes, sobre todo a los pobres y no privilegiados.

El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) tiene una militancia formal superior al millón de personas. Esta sería una fuerza formidable si se pudiera movilizar de una manera efectiva. Pero esto depende de la calidad de la dirección y de su capacidad para despertar el mismo entusiasmo que existía en el pasado. Pero el entusiasmo no se puede crear de manera artificial con discursos y mítines. Depende de si la masa de trabajadores y campesinos creen que la dirección va a tratar de una forma seria sus problemas más fundamentales y hacer avanzar la revolución. Esto, a su vez, depende del programa y la política que defiende la dirección.

En el pasado, la amenaza de la derecha siempre ha provocado una movilización de las masas para bloquear la contrarrevolución. Pero en esta ocasión las cosas son diferentes. El problema es que después de diez años la revolución aún no ha cumplido la tarea central de expropiar la tierra, los bancos y las principales industrias. Este hecho ha provocado una situación peligrosa donde la economía en parte está nacionalizada pero donde los elementos clave permanecen en manos privadas. Es una receta para el caos, la inflación y el desempleo.

Las masas permanecen leales a Chávez y la revolución, pero esta lealtad está siendo sometida a una prueba severa. Hasta ahora la economía venezolana en gran medida ha estado protegida de la crisis gracias a los beneficios del petróleo y las reformas sociales puestas en práctica por Chávez. Pero Venezuela no puede escapar a los efectos de la crisis económica mundial. La caída de los precios del petróleo amenaza con socavar todos los logros, restringir la posibilidad de reformas y provocar una reducción profunda del empleo y los niveles de vida. El aumento del gasto gubernamental en programas locales y otras reformas ha estimulado los resultados de los candidatos gubernamentales en las encuestas durante las últimas semanas de campaña. Pero es difícil predecir cuál será el resultado.

¿Una oposición "democrática"?

La sociedad venezolana está profundamente polarizada entre derecha e izquierda, revolucionarios y contrarrevolucionarios, ricos y pobres. La oposición venezolana defiende los intereses de la oligarquía, los ricos terratenientes, los banqueros y los capitalistas, que constituyen una sólida barrera para el progreso. Pero las consideraciones tácticas les obligan a enmascarar sus repulsivas características contrarrevolucionarias detrás de la máscara sonriente de la "democracia".

Durante los últimos diez años la oposición ha intentado de modo sistemático subvertir la democracia y derrocar al gobierno de Hugo Chávez. En abril de 2002 organizaron un golpe que intentó instalar una dictadura. Sólo se evitó por una insurrección de las masas. Más tarde organizaron un sabotaje de la economía nacional a gran escala, que fue derrotado por el movimiento espontáneo de los trabajadores que ocuparon las fábricas y las instalaciones petroleras, poniéndolas en funcionamiento bajo el control de los trabajadores.

La última vez que Venezuela celebró unas elecciones municipales, la oposición se abstuvo alegando que las elecciones estaban amañadas. Pero un intenso escrutinio por parte de los observadores internacionales (que en su mayoría son hostiles a la Revolución Bolivariana) declaró que las elecciones en Venezuela habían sido limpias. No había ninguna prueba de fraude electoral. Una vez más las elecciones del próximo domingo serán vigiladas de cerca por 130 observadores internacionales, incluido un representante de cada uno de los 34 miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA). No se mostró este interés cuando George W. Bush descaradamente amañó las elecciones presidenciales en EEUU.

La oposición ahora parte de una posición débil. Sus líderes ya saben que Chávez disfruta de un nivel de popularidad sin precedentes (un 60 por ciento de aprobación). Esto les ha obligado a cambiar su táctica. No le atacan de la misma forma histérica que en el pasado, en su lugar, se concentran en las cuestiones locales y evitan cuidadosamente dar la impresión de que son reaccionarios de extrema derecha.

El problema de la burocracia

Durante meses Chávez ha estado apoyando con su autoridad a los candidatos municipales. La fotografía del presidente está presente en los carteles electorales de los candidatos, pero se trata de una estrategia arriesgada. La burocracia es corrupta e ineficiente en todos los niveles. A nivel local, con montones de basura podrida en los barrios pobres y el aumento del crimen y la inseguridad, los problemas son vistos por la gente corriente de una manera más manifiesta y dolorosa. El coste de la vida está aumentando, la inflación supera el 30 por ciento. Para empeorar las cosas, la población puede ver a los funcionarios corruptos, y una actitud arrogante e indiferente por parte de los funcionarios que ignoran las quejas e incluso niegan la existencia de los problemas. Es esto lo que corroe el apoyo a la Revolución Bolivariana.

La oposición y los medios de comunicación de derechas han utilizado esta situación de manera muy efectiva. En lugar de atacar directamente a Chávez, concentrar su artillería en la administración local. Por esta razón es difícil prever el resultado exacto de las elecciones del domingo. Por su parte, la campaña del PSUV se concentra en insistir en los éxitos de la política nacional, la nacionalización reciente del acero, el cemento y bancos; los aumentos salariales para los trabajadores del sector público y el final de la escasez de alimentos.

Chávez es popular, pero él no es quien se presentará a estas elecciones sino los dirigentes chavistas que controlan los gobiernos municipales y regionales. El presidente Chávez ha apoyado con su autoridad considerable a los candidatos del PSUV. Ha recorrido incansablemente el país para conseguir apoyo para los candidatos oficiales. ¿Pero será suficiente? Mis propias observaciones me han convencido de que existe un sentimiento de malestar profundo, no sólo entre las masas sino también entre la base chavista. Las elecciones serán un referéndum sobre la actuación de los alcaldes y gobernadores bolivarianos.

En julio hablé con el presidente sobre esta situación y expresó su frustración ante ella. Chávez me dijo: "Ese es el problema al que nos enfrentamos. Algunos gobernadores, después de ser elegidos perdieron el contacto con la base. Se rodearon de personas ricas, mujeres maravillosas, etc., perdieron el contacto con la población. Este es un problema ideológico. En la medida que no tenemos gobernadores que estén ideológicamente preparados siempre tendremos el mismo problema. Debemos ganar la batalla de las ideas".

Y respondí: "Estoy de acuerdo con que es necesaria una lucha ideológica en el partido, pero también necesitamos los mecanismos de control desde abajo". En este punto, por primera vez, la voz del presidente sonó un poco cansada: "No puedo hacer todo", dijo, "es absolutamente necesario que el pueblo participe en este proceso y tome el control en sus propias manos". Creo que esta es la respuesta a los problemas que afronta la Revolución Venezolana.

La derecha bolivariana

A pesar de la derrota en el referéndum constitucional en diciembre de 2007, parece probable que un futuro referéndum permitiría la reelección de Chávez. Los enemigos de la revolución, tanto externos como internos, comprenden la importancia de esta cuestión. La salida de Chávez sería el primer paso de una campaña para entregar la dirección del movimiento a los reformistas de derechas y a los elementos pro-burgueses que han estado a la ofensiva incluso desde la derrota de diciembre.

Si la oposición hace avances importantes el domingo, los reformistas (y sus "teóricos" como Heinz Dieterich) harán sonar de nuevo el tambor y clamarán "moderación" y la necesidad de conciliar a la oposición (es decir, rendirse a la oligarquía) para "salvar la revolución". Con "salvar" la revolución ellos quieren decir destruirla totalmente y preparar el camino para la futura victoria de la contrarrevolución por medios parlamentarios.

Dirán que la derrota en las elecciones significa que la revolución ha ido demasiado lejos, demasiado rápido. Todo lo contrario, el problema es que la revolución ha ido demasiado lenta y no suficientemente rápida. Dirán que la correlación de fuerzas no es favorable, cuando en realidad durante diez años la correlación de fuerzas fue la más favorable que se puede imaginar. Incluso ahora la gran mayoría de los venezolanos (los trabajadores y campesinos) son ferozmente leales a la revolución y al presidente. Quieren una transformación fundamental de la sociedad. Pero la burocracia reformista constantemente sabotea la revolución y de esta manera crean descontento y desmoralización entre las masas. ¡Esa es la principal amenaza a la correlación de fuerzas y no otra!

Los reformistas dirán que es necesario ganar a la clase media. Pero la oposición no representa a la clase media sino a la oligarquía. Un sector importante de la clase media baja, empleados públicos, trabajadores con pequeños negocios, se balancea entre Chávez y la oposición. Los reaccionarios dirán: ¡Votad a los chavistas y veréis donde os llevan! Los precios subirán, vuestros niveles de vida caerán y temeréis el futuro. ¡Eso es lo que significa el socialismo!

Lo que quieren los reformistas es un acuerdo con la oposición (es decir, la oligarquía). ¡Pero no puede haber acuerdo entre la revolución y la contrarrevolución! Es imposible reconciliar intereses mutuamente irreconciliables, igual que es imposible combinar fuego y agua. La oligarquía exigirá una política capitalista de recortes que afectará no sólo a los trabajadores y campesinos, sino también a la clase media. Esto provocará más a la clase media, pero alejará y desmoralizará a las masas.

¡Es el momento de elegir!

Los reformistas dirán que es necesario construir puentes con Obama, que para ello sería necesario que el presidente Chávez se retirara y dejase paso a alguien más "moderado". Es el argumento más estúpido de todos. Un cambio de administración en Washington no significa un cambio fundamental de la política exterior norteamericana. Su política está determinada por los intereses del imperialismo estadounidense, los grandes bancos y monopolios. En esto no existe una diferencia fundamental entre Republicanos y Demócratas. ¡Obama dice que quiere sacar a las tropas de Iraq para enviar más soldados a Afganistán! Obama es menos hostil a la revolución venezolana que Bush. No olvidemos que fue un presidente demócrata "progresista", John Kennedy, quién organizó la invasión de Cuba.

Los imperialistas estadounidenses no han cambiado su actitud hacia Venezuela. El Pentágono continúa intrigando con la oposición venezolana. Mientras públicamente alaba las virtudes de la democracia, en secreto no han abandonado sus conspiraciones. Saben que la aplastante mayoría de los soldados rasos y muchos oficiales apoyan a Chávez, pero también saben que no escasean los reaccionarios en la policía, la Guardia Nacional y en el ejército. ¿Cuántos Badueles aún existen en los escalafones superiores de las fuerzas armadas?

La derecha domina los medios de comunicación, que utilizan para extender todo tipo de mentiras y calumnias contra Chávez y el gobierno. Han fracaso en tres ocasiones en tomar el poder mediante el asalto directo, están obligados a ser más cautos y jugar a la democracia y las elecciones. Pero si recuperaran el poder en Venezuela, la máscara sonriente de la democracia pronto desaparecería. ¡Los trabajadores y campesinos saben lo que se puede esperar de ese gobierno!

El tiempo no está de parte de la revolución. La recesión económica mundial aún no ha impactado en la vida cotidiana de la mayoría de los venezolanos. La caída del precio del petróleo venezolano (de 146 dólares barril a mediados de 2008 a 52 dólares en noviembre) no ha significado recortes profundos en los programas sociales del gobierno. Pero esta situación no puede durar. Según se profundice la recesión mundial Venezuela pronto comenzará a sentir el efecto de la caída de la demanda de petróleo,

La realidad es que la economía venezolana se mantiene sólo por el sector estatal. Los capitalistas están realizando una huelga de capital. A pesar de los masivos incentivos del gobierno, el capital privado está desinvirtiendo o negando el crédito. A pesar de los controles de capital, la huida de capital es desenfrenada. Ya pronostiqué esta situación en julio cuando Chávez celebró un encuentro fracasado con los empresarios para convencerles de que invirtiesen. Ahora el gobierno debe afrontar los hechos. No puede continuar subvencionando a la empresa privada y al mismo tiempo continuar con proyectos públicos económicos y sociales a gran escala.

Un reciente artículo de Venezuela Analysis lo decía muy claramente:

"El año 2009, por necesidad, es el año de las duras decisiones de clase: o el gobierno recorta el gasto para los capitalistas o para los trabajadores y campesinos. O se reducen drásticamente los programas sociales o se acaban las subvenciones a las empresas privadas. El enrome ejército de empleados financiados con fondos públicos (e improductivos) se ponen a trabajar en el sector productivo o serán despedidos. En cualquier caso, la elite empresarial, el ejército de importadores de automóviles de gama alta y bienes de lujo, y sus consumidores, se verán severamente afectados y eso provocará una histeria adversa. Cuando todo el impacto de la recesión golpee a Venezuela, la polarización de clase explotará, se desparramará y desbordará los canales institucionales/electorales". (James Petras. The Larger Meaning of the Venezuelan Elections. 23/11/2008).

¡Es el momento de elegir! ¡Por una victoria chavista! ¡Por una política socialista revolucionaria!

Las elecciones del domingo son sólo una batalla más en la larga lucha por el poder. Los resultados nos suministrarán una información valiosa sobre la etapa en la que está la revolución, la correlación de fuerzas de clases y sobre todo el ambiente de las masas. Debemos luchar para ganar esta batalla, pero independientemente de lo que ocurra las masas pasarán por una escuela y aprenderán algunas lecciones importantes. La lección más importante es que no es posible hacer una revolución a medias. No es posible conciliarse con los enemigos de la revolución. Al final debe ganar una de las partes y otra debe perder.

No está claro que este resultado se replicará el domingo. Por un lado, la base chavista verá el peligro de una Victoria de la oposición y se unirá con la revolución. Por otro lado, puede producirse un aumento de la apatía debido al desencanto de los resultados concretos de la revolución después de diez años. Los aumentos salariales no han cubierto las subidas de precios. El incremento de la inflación ha golpeado sobre todo a las capas más pobres. Los programas del gobierno contra el crimen no han solucionado el problema. A su vez esta situación está relacionada con la corrupción entre los funcionarios locales y la policía.

La oposición está dividida. En varios estados y municipios las rivalidades, las camarillas y diferencias políticas han hecho imposible que se unan tras un solo candidato. Estas divisiones en las filas de la oposición han incrementado la posibilidad de una victoria chavista, incluso con una caída del número de votos. En realidad, la oposición no ganó el referéndum constitucional de noviembre de 2007, lo perdieron los chavista debido a tres millones de abstenciones. Esta ya fue una señal de advertencia del creciente descontento en la base chavista.

Una participación alta favorecería a los chavista. ¿Pero se materializará? Los marxistas de la CMR lucharán por la victoria del PSUV el próximo domingo. Haremos todo lo que esté en nuestro poder para derrotar a los candidatos de la oligarquía y frenar el avance de la contrarrevolución. Pero la única manera de movilizar a las masas es defendiendo firme y consistentemente una línea revolucionaria.

Una revolución debe estar constantemente a la ofensiva. La parálisis invita a la derrota. Después de diez años las masas están cansadas de discursos y desfiles. Buscan una acción decisiva para derrotar a la contrarrevolución. Cada vez que el presidente anuncia la nacionalización de otro banco o fábrica se produce una oleada de entusiasmo. Pero cada vez que los reformistas imponen una nueva retirada, cada vez que intentan la conciliación con los banqueros y capitalistas, el ambiente de desencanto se profundiza y con ello el peligro de la apatía electoral.

Para que el PSUV materialice todo su potencial debe defender implacablemente el socialismo, no sólo en palabras sino también en los hechos. La crisis mundial del capitalismo amenaza con socavar todas las conquistas de los últimos diez años. ¡No es el momento del compromiso y la vacilación! ¡Es necesario expropiar la tierra, los bancos y las principales industrias bajo el control y administración de los trabajadores!

Es inútil imaginar que pueda llevar a cabo una política realmente socialista  una burocracia corrupta que está inseparablemente vinculada a los banqueros y capitalistas. Para triunfar debemos dar un hachazo a la raíz del árbol venenoso de la burocracia, no sólo en el aparato del estado y los ministerios, sino también en el propio PSUV. ¡No a la burocracia, el arribismo y la corrupción! ¡Por un verdadero estado obrero donde todos los funcionarios sean elegidos con derecho a revocación y con salarios que no superen los salarios de los trabajadores cualificados!

Estamos firmemente al lado de los trabajadores y campesinos venezolanos y contra la oligarquía reaccionaria y el imperialismo. La victoria del socialismo en Venezuela dará un tremendo impulso al movimiento revolucionario en América Latina y en todo el mundo. ¡Hay mucho en juego!

¡Manos fuera de Venezuela!

¡No a la oligarquía y el imperialismo!

¡Vida la revolución socialista! 

20 de novembro de 2008

Venezuela: os trabalhadores conscientes de todo o mundo se erguerão por tua revolução!

Tenho acompanhado com atenção a situação revolucionária que segue seu curso na Venezuela. O movimento sindical segue empantanado pelas posições dos dirigentes sectários e oportunistas reformistas. O PSUV centra seus esforços na via eleitoral. A União Novo Tempo, partido da burguesia mais reacionária, segue fustigando para avançar na contra-revolução.

O Comandante Chávez, abandonando seus discursos pacifistas, ameaça intervir militarmente nos Estados de Carabobo e Zulia. Disse que enviará os tanques para esses estados, no caso da oposição ganhar as eleições.
O presidente da União Novo Tempo, em resposta a Chávez declara que " ...o povo caminhará por cima dos tanques". 

No estado de Aragua há uma situação à beira da explosão, com a direita e PODEMOS (social-democratas) provocando conflitos e confrontos, enfrentados com os trabalhadores nos bairros. Em outros estados, incêndios e depredações de ônibus, queima de sede de partidos.

Na verdade o que ocorre na Venezuela é expressão de uma crise que se arrasta desde há muito. Não há uma direção revolucionária implantada nas massas. Não há um partido revolucionário e a cada momento a balança, ora pende mais para a direita, ora para a esquerda. A direita, apoiada pelos EUA, tem ocupado o vazio deixado pela inércia da UNT e fragilidade do PSUV, provocada pela burocracia, e é sistematicamente boicotado pelos reacionários oriundos da IV Republica que se esgueirando como "rojitos" pelo MVR e aparatos do Estado, golpeiam a Revolução desde dentro do movimento revolucionário.

Com a crise mundial as dificuldades aumentam no setor petroleiro. Baixam os preços do petróleo e com isso dificultam-se as destinações de recursos investidos na educação e saúde e na alimentação.

Mesmo assim, Chávez reagindo diante da ameaça da direita, decide investir massivamente na importação de gêneros alimentícios que são distribuídos a preços populares no Mercal e Pedeval, isso depois de nacionalizar a SIDOR e o Banco Santander, o que realimenta o ânimo revolucionário das massas. Os trabalhadores seguem organizando-se nas fábricas e a CMR realiza uma histórica Conferência Sindical que contou com a participação de fábricas ocupadas sob controle dos trabalhadores, trabalhadores e sindicatos do ramos automotriz, siderurgia, entre outros, para avançar na luta pelo controle operário e combater os sectários e reformistas incrustados na UNT.

Na escolha interna dos candidatos do PSUV, apesar das maracutaias estatutárias que beneficiava a burocracia, mais de 2 milhões de filiados participaram diretamente na escolha dos candidatos. A revolução segue sua marcha, se alimenta e aprende com as lutas, vitórias e derrotas da classe em todo mundo.

A situação boliviana, apesar dos conflitos abertos com a direita paramilitarizada e da timidez centrista de Evo, de seu receio e medo diante do ímpeto das massas; a revolução segue avançando e realimenta a luta na Venezuela.

As mobilizações de trabalhadores em vários países, contra a crise e seus efeitos destruidores sobre as conquistas, ajudam as massas Venezuelanas a se reanimarem. È necessário abrir a via da unidade operária para derrotar o imperialismo e colocar a luta pelo socialismo em um novo patamar.

Em boa ora recebemos a noticia da convocação da Iª Conferencia Pan-americana Marxista convocada pela CMI, para março de 2009, no México.

Nesse momento, onde em nível mundial os trabalhadores travam a dura batalha contra o capital, adquire enorme significado a realização e preparação desta Conferencia Pan-americana. Como dizem os camaradas da CMI: "Esta Conferencia Pan-americana será uma oportunidade para dialogar sobre os processos vividos em todo o continente, sobre o ambiente revolucionário em Venezuela, Bolívia, México, Argentina, etc. E também do ambiente que começa a se viver nos EUA e Canadá frente a crise.. Porém nós  não somos intelectuais de botequins, somos militantes, de modo que, nessa Conferencia debateremos as tarefas para os marxistas no próximo período".

Esse é o melhor presente e apoio que os trabalhadores Venezuelanos podem receber às vésperas das eleições. A convocação da Iª Conferencia Marxista é um fato histórico. Sua preparação em todos os países da America Latina, em particular onde existem as seções da CMI, fará com que fortaleçamos ainda mais a luta pela construção da Internacional o que certamente ajudará a revolução na Venezuela e em toda a América.
Ao aproximar-se as eleições na Venezuela, nós que integramos a campanha Tirem as Mãos da Venezuela, irmanamo-nos aos trabalhadores de todo mundo e declaramos: Viva a revolução na Venezuela! Pela Vitoria dos candidatos do PSUV! Viva o socialismo! 

Wanderci Silva Bueno
Esquerda Marxista

Belo Horizonte

wanderci.bueno@gmail.com

8 de novembro de 2008

BARACK OBAMA E A CRISE IMPERIALISTA

05/11/2008

Serge Goulart
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As manifestações em diversos países comemorando a vitória de Obama confirmam que estas eleições são tão importantes que todo o mundo deveria votar nelas.
 



O lugar dos EUA na cena mundial como principal potência imperialista e a declaração de Obama de que "A mudança chegou", são a prova de que as forças produtivas da humanidade se debatem nos limites dos estados nacionais e do regime da propriedade privada dos grandes meios de produção.

De fato, o que as forças mais profundas da civilização humana exigem é liberdade para se desenvolver em escala planetária, orientadas pela busca da satisfação das necessidades humanas e seu desenvolvimento. E não mais pela busca do lucro arrancado do suor e do sangue dos homens escravizados pelo regime capitalista. A tentativa fracassada de realizar isso no regime capitalista é o que se chamou de "globalização".

Mas se as comemorações expressam o desejo de milhões de enterrar o sofrimento que o capitalismo "realmente existente" provoca, não há como deixar de constatar que as esperanças em Barack são apenas ilusões. Obama aparece como o negro, com jeito de pobre, que desafiou os poderosos e que vai "mudar a vida". Ele busca representar em seu mais alto grau a propaganda do capitalismo norte-americano que diz que qualquer um pode ser rico, feliz e poderoso, bastando para isso trabalhar duro e ter "oportunidades". É a miséria do "Sonho Americano".

São estas ilusões que Obama tentar aprofundar quando repete, na noite da vitória, o que disse durante toda a campanha: "Demorou muito tempo, mas, nesta noite, a mudança chegou à América"... "Se ainda há alguém que duvida que os Estados Unidos sejam o lugar onde todas as coisas são possíveis, que ainda duvida que o sonho de nossos fundadores esteja vivo em nosso tempo, que ainda questiona o poder da nossa democracia, aqui está a resposta".

O que sim há de positivo na vitória de Obama é que o povo norte-americano demonstrou outra vez que é um povo extraordinário e que racistas são os capitalistas e seus seguidores podres. As extraordinárias lutas de classes que o proletariado norte-americano já desenvolveu no passado assim como as suas greves e manifestações heróicas fazem parte da história da classe trabalhadora mundial, e o voto em Obama expressa deformadamente (porque através de um candidato imperialista de um partido imperialista) a força desta vontade popular de se livrar dos horrores das guerras, da repressão, do trabalho precário, da falta de Saúde e Educação públicas e gratuitas.

A tragédia é que a luta do povo se expresse como fraude e como armadilha através da vitória do candidato do Partido Democrata por responsabilidade exclusiva dos dirigentes do movimento operário norte-americano, em especial da AFL-CIO, que se passaram para o capital e sustentam o aparato Democrata recusando construir um verdadeiro Partido dos Trabalhadores, um Labor Party que abra uma perspectiva socialista para todos os oprimidos. Enquanto isso não for resolvido, as ilusões continuarão surgindo, se reforçando e sendo depois despedaçadas a golpes de facão desferidos pela dura e crua realidade do dia a dia das classes trabalhadoras governadas pelo capital.

Mas, por trás das ilusões se esconde uma cruel realidade sobre o presidente negro apoiado por Wall Street e por Warren Buffet, o homem mais rico do mundo.

"Deus salve a América" (e principalmente o sistema financeiro)

No dia 5 de outubro, no auge da queda no mercado de ações, uma cena insólita acontecia na Bolsa de Valores de Paris. Foi mostrada pela TV para todo o mundo. No país mais laico do mundo, a França, os operadores, gerentes e diretores abriam o pregão de mãos dadas, com um padre atirando água benta para todos os lados, todos orando para que Deus salvasse o mercado.

Como se sabe, o gênio George W. Bush já havia tentado uma aliança com Deus para "salvar a América" declarando num discurso:
"Quanto mais tempo passamos com Deus, mais nós vemos que Ele não é um rei distante, mas um amoroso pai".

Barack Obama, que não é tolo, também buscou inspiração divina para ganhar as eleições e continuar a obra que Democratas e Republicanos construíram pelo mundo e em sua própria casa. Obra cimentada com sangue, alicerçada no extermínio, estruturada pela pilhagem e coberta com bombas e napalm, cercada com destruição generalizada, para fazer a ultra-fortuna de alguns poucos milhares de capitalistas. Barack deixou claro ao longo de sua campanha como pretende salvar o capitalismo:
"Eu quero que vocês orem para que eu possa ser um instrumento de Deus".

Assim, o mundo chega à mais importante crise econômica vivida desde 1929 com a classe dominante se entregando nos braços de Deus para salvar a economia capitalista!

Eles não têm saída

As palavras mais associadas à Barack Obama são "mudança" e "esperança". Se para milhões significa melhorar a vida, para os capitalistas é outra coisa. A burguesia em todo o mundo espera que com Barack venha uma "ressurreição" da economia e da classe dominante da nação mais poderosa do planeta, que perdeu o rumo e agora até mesmo a confiança em si mesma.

Os principais dirigentes da burguesia estão completamente aturdidos e não sabem o que fazer com a economia. Após a revolução russa de 1917 e da crise de 1929, eles descobriram John Maynnard Keynes para erguer um muro de contenção contra a revolução proletária. Foram as décadas de criação de déficits fiscais e de "regulação" do mercado pelo estado. Breton Woods foi seu auge com o dólar assumindo o posto de equivalente geral em lugar do ouro. O Titanic keynesiano foi a pique com Nixon tendo que dar um golpe mundial decretando, em 1975, a inconvertibilidade do dólar em ouro e deixando todo mundo com um monte de papel verde na mão.

Depois de décadas de cantos em louvor ao "deus mercado" e promessas de uma vida próspera para todos desde que se deixassem os capitalistas em paz, descobriram que o rei estava nu e estiveram rezando para um bezerro de ouro. Então chegou Moisés Obama com as novas Tábuas da Lei.

Jared Bernstein, conselheiro econômico de Barack Obama, afirma que uma administração Obama vai "cooperar com a Europa para regular o sistema financeiro mundial", mesmo que "no comércio internacional queira rever acordos comerciais para ampliar a proteção" ao capital norte-americano. Segundo ele "para dentro e para fora Keynes é a referência. Não é o momento para políticas de austeridade".

Mas, como a economia real não depende de Deus, mas dos capitalistas realmente existentes, Barack Obama já se cercou de homens como Paul Volcker, ex-presidente do FED, indicado primeiro por Carter e depois por Ronald Reagan. E também de Larry Summers, ex-secretário do Tesouro de Clinton. Ou seja, os mesmos que iniciaram o desastre que agora se concretiza nas mãos dos seus gêmeos-inimigos.

Alan Greenspan, ex-presidente do FED e conhecido como "o assoprador de bolhas", em Wall Street, sabia muito bem, assim como Ben Bernanke, atual presidente do FED, e muitos outros capitalistas, de que a crise viria e seria brutal. Por isso assopraram tanto as bolhas para empurrar a crise para frente. Eles confiam em Deus e Ele, com certeza, deveria estar comprometido em resolver o problema. Afinal é pra aliviar as dores das classes dominantes que ele existe.

Infelizmente para os capitalistas, Deus não existe e não pode resolver as crises provocadas pelas próprias leis internas do modo de produção capitalista. Mas, eles não podem agir de outra forma porque não podem reconhecer a origem real da crise que se gera e se desenvolve a partir da "morada oculta da produção" que é de onde se arranca toda a riqueza produzida pela humanidade. Assim se debatem trocando os remédios, mas sendo incapazes de curar a enfermidade.

E atrás da onda de choque da crise financeira vem correndo como um rinoceronte a crise industrial, a crise de superprodução, que não pode ser impedida sem mecanismos catastróficos como as injeções artificiais como as bolhas de crédito e outras bolhas. Uma crise alimenta a outra porque elas têm a mesma origem: as leis internas próprias da apropriação privada dos frutos da produção social hoje disseminada pelo planeta Terra.

Vade retro, Satanás!

O pânico entre as classes dominantes é tamanho que alguns de seus intelectuais, abandonando toda veleidade "pseudo-científica" de seus trabalhos, tentam impedir seus governantes de adotar medidas pragmáticas de estatização ou mesmo de "regulação" do mercado financeiro agitando o espantalho de que estas seriam medidas advogadas pelos marxistas. O pânico é total entre eles. Uns atribuem aos marxistas o que pensam e fazem Gordon Brown, Bush, Merkel e Barack Obama com suas confusas e inúteis disposições de "regular o mercado financeiro". Isto nunca foi marxismo, que pretende não regular o mercado financeiro e a especulação, mas estatizá-lo e terminar com a especulação.

É obvio que Lula, os governantes acima e o economista James Tobin, da Universidade de Yale, Prêmio Nobel de Economia em 1981, criador da ridícula proposta chamada de "Taxa Tobin" (uma taxa de 0,1% sobre a circulação de capitais financeiros para controlá-los e diminuir a pobreza no mundo!) jamais foram gente de esquerda e muito menos marxistas. Que eles consigam algum apoio da socialdemocracia e de certos grupos centristas não espanta, aliás, só confirma que estes só sobrevivem para dar oxigênio aos capitalistas como sua ala "esquerda". Mas, para a burguesia é importante embaralhar as coisas para tentar erguer um cordão sanitário em volta das idéias e dos métodos do marxismo desacreditando-os. O que, no entanto é inútil, porque a realidade é mais forte que seus desejos e mesmo que todos os meios de que eles dispõem para inventar, camuflar, mentir e caluniar o marxismo e os marxistas.

Outros destes intelectuais burgueses estupidamente agitam outra vez os crimes de Stalin (cometidos contra os marxistas e a classe operária) para tentar justificar o capitalismo e seu desastre social, econômico e humano. Tentam não ver que a pressão do capital e suas classes dominantes é que conduzem aos Stálin (para restaurar o capitalismo) e Hitler (para impedir o socialismo).

É por isso que repentinamente o fantasma de Karl Marx volta a assombrar o mundo e freqüenta as discussões de todos os economistas e comentaristas. Só que para eles isso não vai resolver nada. Sem dúvida alguma se os capitalistas lessem e estudassem "O Capital" de Karl Marx, saberiam gerir muito melhor seus próprios negócios, mas mesmo assim não poderiam impedir as crises e a ampliação das nuvens de guerra e de morte que eles mesmos sopram sobre a humanidade e a civilização.

A burguesia imperialista está incapaz de enfrentar a classe operária norte-americana

Mas, com um olho na missa e outro no padre, a burguesia imperialista, especialmente seu setor mais lúcido, forte e dominante, o setor financeiro, buscou através da candidatura de Obama estender uma ponte com as classes populares para "unificar" o país na defesa do regime capitalista. O que esperam de Obama é que ele seja capaz de fazer a classe trabalhadora pagar a conta da crise através de "negociações" ao estilo do "New Deal" de Roosevelt.

Por isso Obama declarou simpatia por uma greve de metalúrgicos (com objetivo de soldar o apoio do aparato da AFL-CIO que havia apoiado Hilary). Assim como declarou que pretende retirar as tropas do Iraque (prometendo enviá-las para o Afeganistão, explicou depois). Frente ao tamanho da crise que se desenvolve, a burguesia imperialista norte-americana sabe que não pode enfrentar a situação em choque frontal com o movimento operário como decidiu Bush.

Obama precisa desesperadamente de "União Nacional" para enfrentar a crise e salvar o capital e reafirmar a continuidade da política imperialista norte-americana. Por isso na noite da vitória discursou: "A América mandou uma mensagem para o mundo de que não somos uma coleção de Estados azuis (democratas) ou vermelhos (republicanos). Nós somos, e sempre seremos os Estados Unidos da América".

Esta "União Nacional" precisa fundamentalmente do acordo do movimento operário, das classes trabalhadoras e de suas organizações. E também vai enfrentar a resistência dos setores mais violentos da burguesia norte americana incapaz de compreender que não pode neste momento resolver a bala a discussão iniciada.

O azar deles é que os resultados da crise só podem gerar maior sofrimento e maior luta de classes nos Estados Unidos e em todo o mundo. Entramos num período novo na situação internacional em que se somam a crise e a incapacidade da burguesia de viver como antes assim como a vontade dos trabalhadores de não mais continuar a viver como viviam. A América Latina é prova de que isso já começou há algum tempo.

O Estado burguês engole a bola de fogo

As soluções adotadas durante o pânico só jogam lenha na fogueira. Com todos os mecanismos "de mercado", incentivados pelos governos, eles criaram uma imensa bolha de crédito privado e uma imensa crise. Agora, com a injeção de trilhões de dólares, de estatizações (de dívidas) estes irresponsáveis conhecidos como "governantes do mundo livre" trazem para dentro do aparelho de estado o conjunto da crise. Ou seja, preparam a implosão do sistema de crédito público em proporções inimagináveis.

Quanto tempo eles têm pela frente não se sabe, mas para onde vai este navio desgovernado não há dúvidas. Ainda mais que hoje giram no "mercado" cerca de 600 trilhões de dólares e os governos, fazendo tudo o que podem, não puseram mais do que uma dezena de trilhão de dólares para "salvar o planeta capitalista" do afundamento generalizado.

Tudo o que podem fazer, e é o que fará Obama, é continuar a acelerar a montanha russa do capital. O mundo está assistindo a uma destruição massiva de capitais e ainda verá a ruína de setores inteiros da economia, desemprego, agudização da guerra comercial e da política de guerra em todo o mundo. Assim como a ampliação do caráter de estado policial que tomam cada vez mais todos os estados burgueses.
Junto com esta destruição massiva de riquezas e forças produtivas veremos a tentativa de ampliação dos ataques contra o "custo do trabalho", a ampliação das contra-reformas da previdência, trabalhista, fiscal, etc.

É neste quadro que se verão as modificações políticas e as ações do novo governo dos Estados Unidos. Que a forma da política imperialista vai mudar não há dúvida, já que Obama ganha as eleições como resultado do desastre político, econômico, financeiro e social da era que se iniciou com Ronald Reagan e Thatcher.

O fantasma da revolução ronda o mundo

Bush, Gordon, Sarkozy, Angela Merkel, todos esqueceram abruptamente seus gritos contra a interferência do estado na economia e em semanas estatizaram mais do que Chávez em 10 anos. A diferença é política, pois Chávez estatiza no interesse das massas populares e com isso impulsiona a revolução. Bush, Gordon, Sarkozy, Angela Merkel, estatizam para salvar os capitalistas e para evitar a revolução que pode surgir da crise.

Há 150 anos Engels escrevia para Marx: "O crash americano é soberbo e está longe de ter chegado ao fim. Ainda vamos assistir ao colapso de uma boa parte das empresas; até agora só se arruinou uma ou outra. A repercussão na Inglaterra parece ter começado com o
Borough Bank de Liverpool. Tant mieux [ótimo, em francês no original alemão]. Isso significa que, nos próximos três ou quatro anos, o comércio voltará a passar um mau bocado. Nous avons maintenant de la chance [Agora nós temos a possibilidade, em francês no original]". St. Hélier, Jersey, 29 de Outubro de 1857.

"Agora nós temos a possibilidade". Engels reafirma assim o que Marx já havia escrito: "A revolução proletária só será possível na esteira de uma soberba crise econômica. Uma é tão certa quanto a outra." Esta compreensão é parte integrante da teoria revolucionária marxista.

É com esta situação que se enfrentará Obama

O vento revolucionário que varre a América Latina se junta hoje com a agudização das lutas de classes na Europa e nos Estados Unidos.

A grande questão a resolver para encerrar esta etapa da história da humanidade, o capitalismo, que já veio ao mundo suando sangue por todos os poros, é a construção de verdadeiros partidos operários marxistas, revolucionários, capazes de tomar nas mãos estas possibilidades existentes hoje e ajudar a classe operária a resolver o nó que ata e ameaça a humanidade, liquidando o regime capitalista, planificando a economia e libertando os homens e mulheres de toda opressão e exploração.

Para isso é preciso continuar o combate de Marx, Engels, Lenin e Trotsky pela revolução proletária e de construção da Internacional Marxista. O fato de que não existam hoje partidos operários capazes de se colocar esta questão como tarefa imediata é que pode permitir aos capitalistas destruir forças produtivas e se recuperar em determinado espaço de tempo. Mas, seja, para esta crise ou para a próxima, é preciso resolver esta questão.

Construir o instrumento de resolução da crise que corrói a civilização é a tarefa central dos marxistas intervindo nas organizações de massa da classe operária. Usar todas as possibilidades trazidas por esta crise para explicar a falência do capital e a necessidade do socialismo, organizar e mobilizar os trabalhadores para defender suas conquistas e levantar-se a altura de suas necessidades históricas e construir a organização revolucionária, eis o trabalho que devem realizar os marxistas.

Como Lênin já explicou o capitalismo não cairá sozinho, ele deve ser derrubado. Do contrário, este regime baseado na exploração do homem pelo homem seguirá sua marcha de sangue, dor e sofrimento, deixando estendidos pelo caminho crianças, velhos, homens e mulheres, após tê-los mantidos subjugados como força bruta de produção e ter deles extraído toda a força vital, até afundar toda a civilização na barbárie. Mais do que nunca o mundo se encontra com a encruzilhada: Socialismo ou barbárie.

5 de novembro de 2008

Direitos Humanos e a luta pelo socialismo


Autor: Wanderci Silva Bueno

Militante do Movimento Nacional de Ocupação de Fábricas e da Esquerda Marxista.

Belo Horizonte, 05 de novembro de 2008

Apresentação

 

         Durante certo período da ditadura militar os movimentos sindicais e populares tinham extrema unidade na ação. Com a fundação da CUT e a progressiva aproximação de suas direções com os programas de alianças de classes, com seu afastamento da luta pelo socialismo, rompeu-se aquela unidade conquistada na luta. Os movimentos populares, embora tenham crescido em número e muitos em qualidade, correm o risco de - permanecendo isolados e desconectados dos movimentos e lutas dos trabalhadores, transformarem-se, por mais que se esforcem suas direções - serem capturados para o terreno da colaboração com a burguesia ou permanecer nos limites necessários, mas estreitos das lutas reivindicativas.

         A unidade entre o movimento popular e o movimento dos trabalhadores é a base para as futuras lutas revolucionárias e certamente daí surgirá os conselhos, as assembléias populares, comitês operários e camponeses, os germes de uma nova sociedade socialista.

         O texto que segue abaixo é uma tentativa de colaborar na via da batalha por essa unidade e pela independência política de todos os movimentos frente à burguesia e seu Estado.

         Dirigi-o em especial aos lutadores pelos Direitos Humanos e aos Movimentos Populares. Solicito que encarem esta contribuição como uma fraterna colaboração que, longe de querer ditar orientações e regras, tem a intenção única de apenas se somar na luta dos milhares que se espalham por esse país.

 

1.      PASSADO E PRESENTE

 

         Historicamente o Brasil tem sido marcado por segregações e desigualdades sociais monstruosas que estiveram sempre entrecortadas por largos períodos de ditaduras ou governos de cunho democrático-burguês, todos assentados em compromissos com as potências imperialistas, sempre se utilizando da repressão como método para conter as mobilizações sindicais e populares.

         No capitalismo, desde a Velha Republica e já antes, no império português, sempre os poderosos trataram de aprofundar as desigualdades e, por meio delas e da exploração, promoveram constantemente a miséria, punindo os que se mobilizaram, seja com prisões, torturas e assassinatos, seja com processos e até mesmo extradições. Em épocas mais brandas, o extermínio pela fome e pela repressão cotidiana são os métodos preferidos. Os mais perversos.

         Marx nos Manuscritos Econômicos e Filosóficos dizia:O trabalhador fica mais pobre à medida que produz mais riqueza e sua produção cresce em força e extensão. O trabalhador torna-se uma mercadoria ainda mais barata à medida que cria mais bens. A desvalorização do mundo humano aumenta na razão direta do aumento de valor do mundo dos objetos. O trabalho não cria apenas objetos; ele também se produz a si mesmo e ao trabalhador como uma mercadoria, e, deveras, na mesma proporção em que produz bens”.

            Mas a classe trabalhadora, além de produzir, também luta e se coloca em movimento contra a ordem estabelecida, em defesa de seus direitos e por novas conquistas. E desde sempre, desde que existem burgueses e proletários, o aparato repressivo do Estado, as suas leis, suas policias e exércitos, são colocados à disposição da burguesia para fazer cumprir a defesa de seu Estado de Direito, de sua democracia, e de suas liberdades.

         As ações políticas e econômicas da burguesia, em um país semi-dependente e semi-atrasado como o Brasil, não são ações de uma burguesia em luta por sua afirmação e independência, são sim, pelo contrário, ações de subordinação ao imperialismo e, por isso, jamais podem ser progressistas. Invariavelmente, por meio de vários mecanismos, sendo o principal deles a repressão, a burguesia tem conseguido preservar seu espaço e apropriação das riquezas criadas pelo trabalho das massas proletárias, enfrentando as suas mobilizações, em vários casos, pelo esmagamento físico, em outros, pela cooptação das direções dos movimentos. A burguesia não suporta a democracia direta das massas.

         Para as burguesias atrasadas, onde o capitalismo implantou-se tardiamente, quando já se expandia o imperialismo, falar em liberdades e igualdades é mero exercício de fé em algo que desde seu nascedouro foi transformado em letra morta. Esse é o caso do Brasil. Isso não que dizer que nos países centrais os direitos humanos não estejam sendo atacados pelas burguesias. Na época da barbárie é necessário quebrar todas e cada uma das conquistas operárias e populares.

É nesse contexto de barbárie e revoluções que surge a carta dos direitos humanos.

         A Declaração Universal dos Direitos Humanos, escrita e adotada depois da segunda guerra mundial em 1948, 100 anos depois do Manifesto Comunista escrito por Karl Marx, vem a público, em um momento onde os imperialismos e as burguesias foram obrigadas - temendo as avassaladoras lutas operárias que tomavam o poder em vários países e em outros avançavam  ameaçadoramente - a realizar concessões aos trabalhadores. Não é um mero acaso que a Declaração Universal diz em seu preâmbulo:Considerando essencial que os Direitos Humanos sejam protegidos pelo Estado de Direito, para que o homem não seja compelido, como último recurso, à rebelião contra tirania e a opressão”, ou seja, os Direitos Humanos deveriam ser instrumentos do Estado burguês para conter a onda revolucionária que ameaçadoramente avançava na Europa e em todo o mundo e ao mesmo tempo meio pelo qual regulava algumas das concessões arrancadas pelo proletariado em luta.

            É interessante notar que as tiranias, a opressão, parecem não ter nada que ver com os monstruosos regimes fascistas, nazistas e ditatoriais engendrados pelo capitalismo, quando ele já não conseguia conter as mobilizações em níveis razoáveis de tolerância e quando era necessário dar um novo salto no processo de acumulação e expansão do império pelo mundo, por meio das guerras e anexações.

         Se observarmos o numero de mortos na segunda grande guerra mundial poderemos melhor entender o que pretendo explicar: mais de 50 milhões de mortos e mais de 20 milhões de mutilados, sendo que na primeira guerra mundial foram exterminadas 20 milhões de vidas!

 

                                                         Países        /     Mortos durante a II Guerra

URSS                       17 000 000

Alemanha                   5 500 000

Polônia                       4 000 000

China                          2 200 000

Iugoslávia                   1 600 000

Japão                         1 500 000

França                           535 000

Itália                              450 000

Grã-Bretanha                396 000

EUA                              292 000

 

         Nos anos mais recentes as carnificinas não cessaram: Bósnia, Kosovo, Faluja, Somália, Afeganistão, Paquistão, Irã, Iraque, Palestina, Haiti, Vietnã, Coréia. Eis os exemplos de direitos humanos praticados pela burguesia em todo o mundo. Quão ocas soam as frases da Declaração:

Considerando essencial promover o desenvolvimento de relações amistosas entre as nações.

            Considerando que os povos das Nações Unidas reafirmaram, na Carta, sua fé nos direitos humanos fundamentais, na dignidade e no valor da pessoa humana e na igualdade de direitos dos homens e das mulheres, e que decidiram promover o progresso social e melhores condições de vida em uma liberdade mais ampla,...”

            Vejamos ainda outro aspecto: a fome.

         Calcula-se que 815 milhões, em todo o mundo sejam vítimas crônicas da fome ou de grave subnutrição, a maior parte das quais são mulheres e crianças dos países atrasados, dependentes do imperialismo onde a “falta” de alimentos mata uma criança a cada cinco segundos ou levam à morte, todos os anos, mais de cinco milhões de crianças, inclusive nos chamados países desenvolvidos.

         Vejamos outros dados e aí vamos ter um quadro claro de porque os Direitos Burgueses são, em sua gênese, os Direitos de um punhado de capitalistas explorarem milhões de miseráveis.

         Segundo a revista Forbes o Brasil tem 17 ricaços com patrimônio superior a US$ 1 bilhão de dólares e o número de bilionários dobrou nos últimos anos. Os irmãos Joseph e Moises Safra, do Banco Safra, são os mais ricos do Brasil:US$ 7 bilhões e 400 milhões.

         Em 2006, o mundo passou a abrigar um número recorde de 793 bilionários. Juntos, eles somam um patrimônio líquido de US$ 2 trilhões e 600 bilhões de dólares, a maioria deles banqueiros. Talvez isso explique o porquê deles amarem tanto o governo Lula e fazerem doações para a campanha “fome zero”.

 

2.    O QUE FAZER?

 

         O exposto acima se torna mais ultrajante se considerarmos que só a Argentina seria capaz de produzir trigo para abastecer todo o mundo com pão. Onde está o centro do problema então?

         Muitos podem estar se perguntando: então devemos abandonar a luta pelos direitos humanos? Absolutamente, não. É justamente o contrário.

         Os dados acima confirmam que os Direitos das Maiorias (trabalhadores, desempregados, negros, prostitutas, crianças, idosos, etc.), estão subordinados aos Direitos das Minorias (banqueiros, fazendeiros do agronegócio, industriais, grandes negociantes e investidores).

         Para que os movimentos sindicais e populares rompam com esse quadro é necessário erguer um sistema onde os Direitos da Maioria sejam colocados por sobre os direitos das minorias. E esse sistema só pode estar fundado na abolição da propriedade privada dos meios de produção, que erga o Estado de Direito dos Proletários e Oprimidos: o socialismo.

         Por isso, os sinceros defensores dos Direitos Humanos devem buscar a associação de suas lutas à luta pelo socialismo, à luta para pôr fim ao sistema baseado na exploração e na propriedade privada dos meios de produção. Enquanto estas existirem existirá miséria e não direitos.

         Na época do imperialismo, do capital monopolista, das guerras e da barbárie, as bandeiras das liberdades democráticas, a defesa dos Direitos Humanos, ficaram definitivamente nas mãos da classe operária e estas devem ser permanentemente entrelaçadas às lutas pelo socialismo. Não devemos nos abdicar jamais de travar esse combate. Ao mesmo tempo devemos denunciar e desmascarar as posições reformistas e conciliatórias, procurando impulsionar a luta na via da ruptura total com a burguesia.

         Apesar de que nas sucessivas Constituições Brasileiras estar escrito que: “Perante a lei todos são iguais, sem distinção de qualquer natureza, garantindo-se o direito à vida, à liberdade, à igualdade, à segurança e à propriedade”, a burguesia e seu Estado, por séculos, têm se empenhado em tratar e perpetuar mulheres, negros, trabalhadores e pobres como desiguais e subalternos perante os homens ricos e proprietários. Aos primeiros, que são mais de 80% da população nacional, oferece-lhes obrigações e o direito de sobreviver na miséria, aos segundos, os direitos da dominação e exploração, os privilégios e a propriedade privada dos meios de produção, o direito de assassinar, reprimir, prender e torturar.

         No Brasil, ao longo de sua história, um conjunto de mobilizações, até mesmo sangrentas, marcou a resistência dos setores explorados e oprimidos que recusam permanentemente as condições de párias e de subalternos. As conquistas que se conseguiram no terreno dos direitos e da cidadania foram frutos das batalhas dos trabalhadores e da população pobre. Jamais foram dádivas da burguesia. Muitas das conquistas – senão todas – elas foram arrancadas pelas lutas, muitas violentamente reprimidas. Recordemo-nos de Palmares, dos Quilombos, de Canudos, Balaiada, Farrapos, heróicos movimentos que enfrentaram a mais crua repressão. Recordemo-nos da ditadura Vargas e das ditaduras pós-64. Recordemo-nos de Eldorado Carajás, das prisões e assassinatos de sindicalistas e dos líderes estudantis, de trabalhadores que lutavam e lutam por seus direitos.

 

3.    O PRESENTE E O FUTURO

 

         Agora, mais recentemente, no governo Lula a repressão, as prisões e os assassinatos não cessaram. O interdito proibitório, criação de FHC, está de pé. O governo Lula, pactuado com o imperialismo, com a burguesia, tomou militarmente as fabricas ocupadas pelos trabalhadores, a Cipla e Interfibra, em Joinville/SC.

         Os capangas dos latifundiários matam os Sem-Terra, o movimento popular é criminalizado, dirigentes sindicais são demitidos. Há uma escalada repressiva e, com o advento da crise mundial, com o qual já estamos enfrentados no Brasil, certamente as lutas ficarão mais duras e o embate classe contra a classe se expressará em um grau mais elevado e a defesa de cada conquista será um ponto de apoio para seguir adiante.

         Lula e seus Ministros, representantes da burguesia, se recusam a aprovar a abertura dos arquivos da ditadura. Recusam-se a trabalharem pela punição dos torturadores e assassinos a mando do regime militar ou dos para militares acobertados pelo Estado Policial-Militar.

         Temos que travar a batalha para derrotar os aliados da ditadura e dos reacionários militares que seguem pululando nos bastidores ou em cargos importantes do governo. O povo elegeu Lula para ele realizar mudanças e não para ele acobertar os crimes da ditadura e seus criminosos, permanecendo indiferente e omisso diante dos assassinatos no campo, conivente com a intervenção militar nas fábricas ocupadas, procurando atrelar os sindicatos e a CUT cada vez mais ao aparelho de Estado.

         Para enfrentarmos essa situação é importante ampliar a unificação das lutas pelos Direitos Humanos, somando-as às lutas sindicais, ao Movimento de Ocupação de Fábricas, aos Sem-Terra, Sem-Teto e demais movimentos de lutadores e lutadoras, abrindo caminho para um movimento nacional pelas liberdades democráticas e pelo socialismo.

            Somamo-nos às bandeiras e lutas aprovadas na III Conferencia Estadual de Direitos Humanos, na qual participamos juntos com nossos companheiros e companheiras do Instituto Helena Greco e das Brigadas Populares, aos quais ficamos devendo nossos agradecimentos à extrema sensibilidade e apoio que prestaram à aprovação da Moção em defesa das Fábricas Ocupadas, exigindo o fim da intervenção nas fábricas CIPLA e INTERFIBRA.

Belo Horizonte, 5 de novembro

Wanderci Silva Bueno